"En sistemas humanos, por tanto, es inevitable que lo reprimido vuelva a aparecer, y con más frecuencia concretamente en aquéllos que menos pueden defenderse, por ser ellos los que más aman. En la familia, éste es el caso de los hijos y los nietos.
La identificación también abarca la dinámica de la doble transferencia. La primera transferencia es la del sujeto: así, por ejemplo, los sentimientos de un excluido son asumidos por un posgénito. A través de una segunda transferencia, sin embargo, estos sentimientos no se exteriorizan contra el culpable sino que son dirigidos a otro objeto." Extraído del libro: Felicidad Dual, Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica.
Cuando adoptamos una mirada basada en los conocimientos que nos aporta la visión sistémica, los entresijos que conviven en nuestro sistema familiar comienzan a esclarecerse. Es a partir de ese cambio de mirada que podemos aceptar, soltar aquello que tomamos sin pertenecernos, colocarnos en nuestro lugar y tomar la vida.
Reyes Elías Barrero
18-8-2014
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